Es tiempo de testimonios

Mi papá, el Profeta, vino nueve horas a orar sobre mis rodillas, ¡y Yah siempre aparece! Ahora puedo arrodillarme.

-Courtney812

“Pasé por muchas pruebas y tribulaciones cuando lo conocí, pero él me guió a través de ellas”.

-Reginald Harris

Íbamos camino a un servicio de sanación y, al bajar de la camioneta de mi esposo (Prophet), me perdí todo y me caí. La caída me desplazó el hueso pélvico, pero tras la oración del equipo y de Prophet, todo volvió a su lugar y al día siguiente seguía sin dolor ni moretones.

-Michele

“Este Hombre del Altísimo es un hombre de gran integridad, de manos limpias y corazón puro”.

-Élder Michael Monte

Profeta, quería decirte por teléfono que recibí un buen informe del médico, pero el informe de la capucha es en realidad del Señor. Alabado sea Yavé. Profeta, el Señor conoce tu corazón. Porque tu corazón está verdaderamente dedicado a Cristo. El Señor seguirá elevándote, haciéndote más fuerte y más bendecido. El Señor te ama mucho. Lo mejor está por venir...

-Tía Jackie-NJ

Tenía un dolor agudo en el hombro que no paraba, y mi hijo, el profeta Antonio, me levantó el brazo y me ordenó que parara. ¡Y adivinen qué! ¡Jesús Jesús! ¡Tres semanas después, seguía sin dolor!

-Pop Turner - Delaware

Mi tío fue a urgencias porque tenía dificultad para respirar. Su respiración no mejoraba, así que lo ingresaron en el hospital. El médico le dijo que tenía un corazón débil y que necesitaría oxígeno. Más tarde le dieron de alta con un tanque de oxígeno que tendría que usar a diario. Mi tío estuvo con oxígeno menos de una semana debido a la oración del Profeta Antonio en la línea de oración. Le pedí al Profeta que orara por su condición cardíaca. El Profeta dirigió las oraciones mientras otros orábamos y yo también. Al día siguiente, mi tío volvió a su médico para una revisión. El médico le dijo que su corazón estaba fuerte y que ya no lo necesitaba. Nuestro Señor y Salvador sanó a mi tío cuando pasó de un corazón débil a uno fuerte. Le dije que mi grupo de oración había orado por él la noche anterior. Mi tío sabía que el Señor lo había sanado. Estaba muy feliz y me pidió que agradeciera a mi grupo de oración por orar por él. Me sentí muy feliz por el poder sanador del Señor.

-Jackie de Nueva Jersey

“Me dolían los pies con dolor, incomodidad y ardor. Después de orar en el estacionamiento, el dolor desapareció”.

-Pablo

“No pude dormir cómodamente durante dos meses. Después de orar sobre mi espalda, pude sentir que mi espalda se alineaba y tuve el mejor sueño de mi vida esa semana”.

-Alfredo

“Incontables veces, el Profeta ha orado sobre mi espalda, Siempre a tiempo, Yah”

-Betty

Tenía una mancha en el pecho y mi novio llamó al Profeta y oró por teléfono. ¡Gloria a Dios! Al día siguiente, los médicos no la encontraron.

-Michelle